Todos en algún momento tenemos la idea de tener un negocio propio, el cual nos permita manejar nuestro horario y agenda con libertad. Para ello es necesario diseñar un plan estratégico, en el cual debemos tener en cuenta el tipo de producto que se va a ofrecer, el público objetivo y nuestra proyección a largo plazo. Debemos resaltar que no todos los productos se mantienen activos o son duraderos; esto depende de las necesidades que satisfacen.
Es por ello que se habla de un "ciclo de vida" de un producto el cual registra el comportamiento y fases por las que éste pasa desde su ingreso al mercado. Consta de cinco etapas:Crecimiento: Es la etapa en la cual el producto empieza a tener un posicionamiento en el mercado, es decir, las ventas van en aumento y se generan utilidades para la empresa.
Madurez: En esta fase las ventas ya no aumentan pero se mantienen. Se siguen generando utilidades, pero con una tendencia a la baja. El producto ya está bien posicionado en el mercado y aparece la competencia bastante fuerte para quitarle mercado.
Decadencia: En esta etapa final, las ventas comienzan a bajar considerablemente. Esto normalmente se da porque se ha ofrecido lo mismo durante mucho tiempo, mientras que el consumidor ha cambiado de conducta y preferencias. En esta fase es fundamental comenzar a generar una reestructuración del producto y realizar un relanzamiento con varios cambios que puedan volver a llamar la atención del cliente.
Fuente: Tiggres.com
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